viernes, 1 de junio de 2012

EN BLANCO

No de pensamiento e ideas, sino más bien al contrario. Tampoco del Madrid sino culé y de Guardiola “fore ever”.
Lo que ocupa mi cabeza en mi vigilia y que hace que a las 6 de la mañana de un miércoles esté con actividad cerebral más allá de la propia de un dulce sueño es nuestra inacción ante lo que está pasando.
Quien no ha escuchado despotricar de la clase política actual y de ciertos ejecutivos de alto nivel. Quien no se ha escandalizado y rasgado las vestiduras ante la construcción de un aeropuerto colosal que no tiene vuelos.
Y que no decir de ejecutivos de bancos y cajas rescatadas para principalmente pagar la jubilación de quienes las han llevado a tal situación.
Pero todo lo que se nos ocurre es descargar la parte de responsabilidad propia en los demás. Eso sí cuando llega el momento de la verdad, el de pasar de las palabras a la acción (manifestándonos en la calle, por ejemplo) nos quedamos en casa viendo el partido o nos vamos a tomar una cervecita con los colegas.
Ni siquiera una vez cada 4 cuatro años tenemos la valentía de votar en consecuencia con todo lo que decimos y supongo pensamos. Porque en este desastre nacional la balanza no se inclina hacia ninguno de los partidos mayoritarios. Más bien se reparten a partes iguales despropósitos y actos propios de sinvergüenzas.
Y sin embargo, acaban teniendo el respaldo en las urnas de la mayoría de los españoles. Lo siento señores, pero tampoco vale con no ir a votar para manifestar vuestro desacuerdo porque eso es lo que hace mucha gente por desgana, por enfermedad o porque tienen un compromiso “insalvable”. Total por un voto…
Yo voto en blanco porque con ello digo que ninguna de las propuestas existentes tiene mi confianza, porque no quiero que se sigan riendo de mi a la cara, porque lo que pienso y digo debe estar en consonancia con lo que hago. Y porque si muchos hicieran lo mismo tendríamos legitimidad para cambiar la actual ley electoral que ignora a todos los españoles que piensan y actúan como yo.
La representatividad en el Congreso y Senado debe estar ponderada por el número de españoles que confían en ellos y con un voto en blanco estoy diciendo que ningún político quiero que me represente ya sea a nivel nacional, autonómico o local como ocurre en algún país de Europa y es de sentido común.
Por todo lo anterior y muchas otras razones YO VOTO EN BLANCO. Y tú, QUE HARAS?