martes, 31 de mayo de 2011

El mítico Taga





Pues sí, en la antesala de mis vacaciones de semana santa un amigo guardense, Luis Angel, me preguntó cuando iba para mi querido pueblo y le dije que el finde tenía una ascensión a una cima mítica (o al menos eso creo) y su respuesta fue: miedo me das... En realidad fui yo el que se asustó cuando empezaron las duras rampas de ascensión por caminos hechos a base de pisadas de vacas. Nada que ver con el asfalto de los primeros metros (no retratado) ni las placenteras vías verdes del inicio. Os aseguro que salvo la ascensión a Bellmunt no recuerdo un sufrimiento comparable encima de la bici. Claro que ninguno de nosotros estaba para fotos así que os lo tendréis que creer. Aunque llegado a este punto cada uno de nosotros lo afrontó de diferente manera:
- David hoy no tenía el cuerpo para tonterías y pie a tierra bien pronto
- Gise y yo aguantamos hasta las primeras complicaciones

-Joan en línea recta hasta que las irregularidades del terreno le impidieron continuar. Yo no hubiera subido por donde él lo intentaba ni en moto
- Pau se propuso subirlo hasta arriba y de lado a lado lo consiguió. Y de ello no solo dio fe la instantánea sino los numerosos excursionistas que se habían dado cita
Los mismos que inmortalizaron nuestra reunión en la cumbre. La reunión se prolongaría durante el avituallamiento porque luego David, Pau y Gise tomarían la variante corta que tenían compromisos y Joan, Jordi y yo continuaríamos paralelos a la Sierra Cavallera (creo recordar) hasta alcanzar una pista que nos debía conducir a Pardines. Lo cierto es que solamente debía ser así durante un pequeño tramo pero yo me flipé bajando por delante y me pase el cruce de un sendero que a ciencia cierta nos hubiera hecho disfrutar más a todos. Desde aquí pido disculpas a mis compañeros.
En fin, que llegada a Pardines y compromiso de volver a merendar en la bonita terraza de Can Manel con vistas al Taga.
Nos despedimos del buen ambiente que había en el pueblo y carretera abajo dirección Ribes de Freser, nuestro punto de inicio y final. Pero ya sabemos que Joan odia la carretera (como todos nosotros) y rapidamente desvío a la izda para coger uno de esos "tracks prestados" que paralelo al río nos llevaría a nuestro destino.

domingo, 15 de mayo de 2011

Día de contrastes















Empezamos (no recuerdo donde y es para hacérselo mirar como dijo Obama) pedaleando empequeñecidos por los amenazantes árboles. Más tarde eran otras protagonistas de la naturaleza las que amenazaban con engullirme justo antes de llegar a Serrallonga, que supongo algo tendrá que ver con el mítico bandolero catalán.

















Abandonamos la civilizacion y nos adentramos en un paisaje que combina un poco de todo: mosaico de nubes, colorido arbolístico y verde alfombra donde pedalear










camino de las torres de cabrenys que como podreis ver se conservan en buen estado y de cuya historia Joan sabe más que yo.













Esta estampa de mountainbiker sobre hojaldre de hojas secas por repetida no deja de ser impresionante para el que la observa y aún más para el que la vive. Y de nuevo bajando escaleras hacia el punto de partida, que obviamente sigo sin recordar