Pero no fue así y ahí estábamos pedaleando Joan, Jordi, Pere y yo a las 7 :35 de noche y a -8ºC después de dejar la furgo en casa de Pere. Recogimos a Joan y empezamos a subir mientras amanece. No sentía las manos!! y parados porque Pere tenía problemas en el cambio.
Para nuestra sorpresa no eramos los primeros por allí. Un perro nos dio un buen susto y detrás de él bajaba un runner. Y volvemos a estar encima de la bici, pero ahora detrás de un tractor cargado hasta arriba de leña que nos da la pista de que cruce coger. Desde ahí seguimos subiendo a ritmo de tractor porque las rampas más suaves son del 10% (mi pulsómetro se paro en el km 22 y llevaba un ascenso acumulado del 8% de media). Vamos parando allá donde hay algo que comentar o comer porque ahí también demostré mi inexperiencia. No puede ser que estemos encima de la bici más allá de la 1 saliendo a las 9? así que unas avellanas y mi mochilita de agua con sales es más que suficiente. Menos mal que mis compañeros lo eran en todo y pastas energético-naturales de Pere, barrita del Joan y poco a poco nos acercamos al Puigacalm y tenemos nueva invitada: LA NIEVE, algo que todos mis compañeros ya esperaban pero para mi fue una sorpresa agradable debutar en el bicinieve.
Definitivamente había merecido la pena el madrugón y el frío porque la sensación de pedalear sobre la nieve a 1200 m de altitud y las privilegiadas vistas que la altura nos permite compensan sin duda los "primeros sufrimientos".
Y para muestra una foto:
La nieve desparece a medida que aparece el sol pero nosotros seguimos pedaleando en pos del ansiado Puigsacalm, aunque ello suponga tener que vencer rampas de más del 20% o bajar de la bici. Ahí donde veis que nos cuesta subir empujando la bici me cuentan que hay quien es capaz de subirlo encima de ella. Fantasmada o un par de webs...
Reencuentro en la cumbre y cachondeo general. Alguien propone ir al Puig del Llop (pico del lobo) que está a poca distancia y desde allí todo es bajada hasta llegar al coll de Bracons por un sendero tan técnico como divertido. Hoy no toca jugársela y ante la duda pie a tierra pero prometo volver con una bici en condiciones y apurar el último metro ciclable.
Al llegar a la carretera y con la velocidad vuelve el frío con el que comenzamos. Ya son las 3 y media así que sin pausa vamos descendiendo. Alguno advierte que con cuidado porque la carretera está helada. Después de unos km nos despedimos de Joan y el resto en busca del carrilet que nos llevará a casa.
Y esto ha sido todo...(to be continued)