lunes, 5 de julio de 2010

SI NO FUERA POR ESTOS RATOS

Joan le ha cogido el gustillo a cruzar la frontera y de nuevo en ruta por Francia desde Matamale a donde llegamos hacia las 8h después de dos horas de conducción ( o más bien cabezadas en mi caso). La furgo de Joan ténía cabida para 3 bicis y sus correspondientes bikers aunque nos obligó a desmontar ambas ruedas.

El perfil en los primeros 12 km era exigente y nos llevaría desde los 1500 m hasta los 2500 del Pic de Madres.

No se por qué pero esta instantánea me recordó alguna épica ascensión del Tour pero en versión btt e ilusionado aficionado. Visto así hasta parezco un gran escalador pero nada más lejos de la realidad sobre todo cuando la ruta se alarga

Y para muestra un botón:


Un ratito en bici y otro empujando

porque mirad la rodada que dejabamos a nuestro paso la espesa hierba











Conforme avanzamos desparece la hierba y surge la roca y la nieve. He aquí la crónica de una ostia anunciada. Me apasiono con la nieve y coloco mi bici en ella, marcó bien la rueda delantera y me pongo a hacer equilibrio, venga a pedirle a Joan que saque la instantánea y él muy mamón espera a que acabe cayendo para inmortalizar el momento.

Pero siempre llega la recompensa de la cima y las impresionantes vistas, no sin antes advertir a Jordi que virara a babor para no hacer biciparapente antes de alcanzar la cabaña del Tio Joan. No era el día apropiado pero seguro que más de uno ha agradecido poder resguardarse de las tormentas inesperadas.
Lo que yo si agradecí es poder repostar no solo de alimento para el estómago sino para mi aún blanca piel y aquí estoy "a la bartola" que se dice en mi tierra, mientras aves rapaces sin determinar revoloteaban encima de nosotros
Pero no era plan de hacer la siesta allí, así que en marcha por las altas cumbres. Por cierto, iba tantas veces al suelo intentando pedalear y no caminar que Joan estaba convencido que tenía los pedales muy duros. Luego se convencería de lo que yo le decía: "que todavía no le he cogido la medida a lo de sacar el pie lateral en lugar de hacia atrás" (aunque ya toca...). Y el descenso tuvo de todo incluso la agradable sorpresa de ver a Joan dominar la bicicleta como nunca le había visto. "Capullo, por qué no bajas más con la técnica que tienes? Y su respuesta fue el miedo a caer. Le obligúe a ponerse encima del sillín en una bajadita bien pronunciada y cumplío con creces, así que espero que me acompañe en más bajadas de igual manera que yo espero estar un poquito más cerca de él en las subidas.

Y como tampoco podía faltar el puente de piedra componiendo una bonito estampa. Desde ahí nos tocó llanear sobre hierba, algún repecho que me hizo daño y llegada al punto de partida con la flojera a punto de hacer presencia. Lo que se hizo presencia para suerte nuestra fue la lluvia y granizo justo en el momento en el que llegábamos al coche. Bicicletas fuera y bikers adentro hasta que escampó. Hambre había y restaurantes donde saciarlo también. Tortilla de queso y cerveza mientras veíamos Alemanía-Argentina, creo recordar. Un heladito mientras paseábamos de vuelta al coche y para casa porque para mi gozo jugaba la roja contra Paraguay. Bueno el resto de la andadura por el Mundial es de todos conocida aunque mientras escribo estas líneas todavía no se si seremos campeones e inmortales o segundos y en el olvido. Algo me dice que habrá más alternativas y menos control que contra Alemania pero el espíritu de equipo y ambición nos llevarán a la gloria. Amen.